"No lloro porque te vas, lloro porque me quedo”

 


Recientemente nos hemos despedido de un buen compañero y amigo…

 

…Buen compañero, amable con sus pacientes y entregado a su profesión. Desde hace meses comenzó a hablar de su partida pero no le creíamos, pensábamos que quizás podría ser sólo una reacción impulsiva y que cuando las cosas “mejorasen” seguiría con nosotros. 



Si de por sí las condiciones en las que trabajamos, sobre todo en nuestro centro de salud y hablando “diplomáticamente”, han sido más que mejorables, desde hace más de un año nuestro “eminente” distrito Córdoba tomó decisiones que en vez de mejorar, empeoraron la situación, y a lo largo de este tiempo han continuado las decisiones arbitrarias y autoritarias que no suavizan, para nada, las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios del área, los sentimientos de frustración y desesperación han llevado a un éxodo de médicos, no sólo del distrito en cuestión, no sólo de la provincia, de la comunidad entera, puesto que se ha devenido una situación de “sálvese quien pueda” y, como dice un dicho “el mejor marinero huye de la tormenta”, y sólo nos quedamos manteniendo a flote el navío quienes por determinadas circunstancias no podemos huir. 

Los centros de salud están con las plantillas más que mermadas y la presión asistencial cada vez es mayor. La población no aprecia cómo se pudre por dentro la sanidad y tenemos al pueblo enfadado con quienes damos la cara por el sistema sanitario, ellos sólo aprecian los fallos de accesibilidad: las listas de espera inmensas, agendas con citas irrisorias, cupos desbordados, las urgencias a reventar. La población sólo sabe que tiene derecho a recibir asistencia sanitaria en el momento y sitio que quiera pero no ven que la sanidad tiene un cáncer que vuelve a sus partes funcionales disfuncionales, con una atención primaria disléxica, afásica, incapaz de dar a los pacientes el enfoque adecuado a pesar de la gran capacidad que tienen los profesionales que en ella trabajan y que se esfuerzan día a día por no morir en el intento de hacerlo lo mejor posible y eso es precisamente el arma que usan los gestores para exprimirnos y extenuarnos, pues como dice la canción de los elefantes “como veían que resistían…” pero esta tela de araña se está rompiendo y toda la gente debería saberlo. 


Los médicos no somos guerreros natos y miramos más por la paz y la estabilidad que por la reivindicación, pero ya no se puede tolerar el aumento de la presión por parte de gestores dictatoriales  y los pacientes salen afectados igualmente por toda esta serie de decisiones absurdas que no son más que números y política. El verdadero “bienestar del paciente” viene dado por una asistencia clínica de calidad y en condiciones óptimas, con médicos libres y no atados a objetivos políticos. Y todo lo que describo finalmente es para describir la angustiosa situación que vivimos y que ha llevado a muchos compañeros a marcharse, entre ellos nuestro amigo Pepe, que en redes sociales todos los que hemos compartido jornada con él lamentamos su partida y le echaremos de menos, pero desde luego le entendemos y como dice un dicho mexicano: “no lloro porque te vas, lloro porque me quedo”, y por lo mismo le deseamos toda la suerte en lo que la vida le depare y, ojalá, algún día más pronto que tarde, nuestra situación mejore.

 

David Romano Suárez

Médico de Familia, Centro de Salud La Fuensanta, Córdoba

Delegado SMA Córdoba










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