HISTORIA DE UNA RECETA




1982. Jerez. Alfonso Guerra: “No descansaré hasta conseguir que el médico lleve alpargatas”

24 de Abril de 2018. 5:59 P.M Juanma Moreno en Twitter: “Un médico andaluz de Atención Primaria cobra hasta 9.500 euros menos al año que uno de Extremadura. #Andalucía merece una Sanidad con sueldos dignos. Cuando sea presidente, igualaré los salarios con la media nacional”

8 de Junio de 2022. Carolina Darias. Menestra de Sanidad: “El camino del progreso pasa por una sanidad del presente y del futuro pública, universal, personalizada, resiliente y con vocación transversal”

11 de Junio de 2022. Sábado. Pedro Sánchez: “blindar la equidad, la cohesión y la universalidad de la sanidad pública”.


Seguro que hay muchos más, cada uno da su versión de la receta, unos dejan claro que quieren una vinagreta demasiado agria, otros prometen un plato sabroso pero luego se quedan cortos de sal, pero lo que se lleva ahora son las palabras que nuestro compañero Vicente Baos (@VBaosv) catalogaba en Twitter como “grandilocuentes, solemnes y vacuas chocan con una realidad que nunca se aborda” o nuestra compañera Mónica Lalanda (@Mlalanda), que también en Twitter definía “palabras vacías y memas: El SNS agoniza y lo que necesita es una gran inversión y una buena gestión. En toda España. Está al borde del abismo gracias a TODOS LOS PARTIDOS. La cohesión, la equidad y la universalidad son términos políticos a costo cero. Demagogia barata”. De hecho son palabras tan memas, que en esta época de redes sociales y humor gráfico daría para toda una cadena de memes.


¿Equidad y cohesión? ¿Sabía usted, señor Presidente, que existen 17 sistemas sanitarios sólo en la península sin contar con las ciudades autónomas? ¿Sabía que tanto profesionales como pacientes se enfrentan a condiciones desiguales en cada uno de ellos?


Resiliencia, poner en valor la vocación, vocación transversal, humanización… Nos venden recetas más propias del pensamiento mágico que quedó plasmado en las pinturas rupestres de la ÉPOCA PREHISTÓRICA. No, ninguna receta de carácter mágico salvará a un Sistema Nacional de Salud en descomposición, cuyo olor no abre precisamente el apetito.


¿Saben qué respondo yo antes esos términos guays y molones? Burnout, profesionales que renuncian, plazas que se quedan sin cubrir, pacientes frágiles que no pueden acceder a su médico, listas de espera interminables, dificultades en el diagnóstico precoz de patologías graves…


Pero siguen erre, que erre, ponganle resiliencia a la sopa, a la tortilla de patatas, pongánsela a todo… El problema es que no tienen receta para la Sanidad Pública, con la que no saben si quieren hacer una tortilla, un revuelto o un gazpacho. Lo que sí sabemos es que están consiguiendo que sea incomestible.


Para una buena receta, escuchen a los mejores cocinerosl escuchen a los profesionales ¿Quieren ingredientes? Aquí van, señora Menestra:


· Al margen de la evidente necesidad de mejorar las condiciones laborales de los profesionales, existe una cuestión transcendental: devuélvanles el respeto y la autoridad que antaño tenían. “Respeto” una sóla palabra con mucho más contenido que sus últimos discursos.

· Vuelva a hacer atractiva la Atención Primaria y las urgencias: necesitamos tiempo para los pacientes, sobre todo para los más frágiles, para los ancianos, a los que ustedes (políticos de cualquier signo político) con la boca llena de esas palabras deshabitadas dicen defender.

· Empiecen a hacer algo, será mejor que no hacer nada o decir estupideces como la del año 1982. Gestionen, estudien la demanda, hagan campañas de educación sanitaria. Insisto, hagan algo, precisamente dirigido, una vez más a proteger y garantizar una asistencia de calidad a los pacientes que más la necesitan.


Huyan de las palabras vacías, hagan algo con contenido y hagánlo ya, porque si el Sistema Sanitario Público Nacional sigue con este ritmo de deterioro, nos los vamos a comer crudo.



Pedro Jiménez Cabrero

Delegado Sindical SMA Córdoba


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